En bucle, el cuerpo de las palabras - CECILIA VILLAFUERTE

En bucle, el cuerpo de las palabras.

Cecilia Villafuerte Texto Curatorial: Guadalupe Carrizo 6 de abril al 22 de junio 2024 Você, precisa tomar um sorvete na lanchonete, andar com a gente, me ver de perto (Baby, Os Mutantes, 1968) Conseguí memorizar los poros de su entrecejo de tanto mirárselo mientras dormía. Su piel blanca siempre olía a agua de azahar, esa esencia repulsiva pero embriagante que suelen usar en repostería. Nunca reprimí la tentación de tocar con la punta de mis dedos sus orejas, pues aun interrumpiendo su sueño, obtenía esa mueca de alegre disgusto que emite un recién despertado. Y en tan escaso gesto, sentía que me completaba. Grabando con delicadeza la distancia de sus texturas, pude percibir cuánto le intimidaba nuestra proximidad, y cómo calculaba los daños y perjuicios al respirarnos. La negación fue su guarida. Toda la escena a espaldas del mundo, algo le protegía. No tomamos um sorvete, na lanchonete, y creo que nunca llegó a verme de cerca. Supuse entonces, en lo privado, el escondite de lo que debe resguardarse, de lo que no se debe compartir. *** Poco después, llegó Ceci con sus movimientos, su jardín e intersecciones. Como en un murmullo ritualista, desplazando las fibras reiteradamente sobre las superficies, ella va enunciando lo que le pasa, lo que pasa y lo que nos pasa. Capas y pliegues de materia pronunciándose en un diálogo íntimo, pero no privado. ¿Qué nos está proponiendo Ceci? En el culto individual, términos y condiciones pueden disfrazarse según la escenografía que nuestro refugio necesite. Pero aquí ella en su decir-haciendo, desarticula lo esencial. Colectiviza la intimidad. La puntada, la germinación, la cicatrización, el estallido. Momentos-gestos, que se manifiestan como parte de un proceso de herida, emancipación y sanación en bucle. Establece un parentesco entre lo privado y lo público en ese gesto político del cuidado. ¿qué roza la superficie de lo que se separa? ¿qué lugar ocupa lo que ensaya relación? No son palabras sueltas, Ceci disputa estados de deseo, fugaces o permanentes en un espejismo autorreferencial que dice más de todo lo demás, que de sí misma. No son palabras sueltas, todo decir es social, el cuerpo es un territorio que expresa.